Mis labios se
asfixian en la hoguera del deseo,
quiero purificar mi alma
insaciable adherida a ti,
es entonces cuando
me siento completa y extasiada,
concibiendo los
placeres del amor materializando encantos.
Imagino tu rostro en mi
pecho,
tus manos recorriendo
lentamente mi entrepierna hasta llegar
al rincón perpetuo de
este cuerpo húmedo
la lengua cálida recorre
el palpitante tobogán de mi piel,
asciende lentamente
hasta llegar al mundo donde todo pierde su nombre
en un instante nos
llenamos de fragancias dulces,
conquistamos ángeles
y demonios,
el momento se
acrecienta reflejando versos y besos,
subimos a la montaña
rusa y permanecemos en la cima,
descubriendo nuestros puntos más erógenos,
caemos lentamente
mientras un vaivén de orgasmos danzan
sobre nuestra piel
desnuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario