El gozo retenido por un momento sublime se derrite en tu cuerpo,
es como un golpe de morfina inyectada en las venas.
Miro tus ojos de cerca y el efecto del estímulo se refleja en ellos,
nos miramos y la excitación se desborda
tus labios buscan desesperadamente posarse en los míos,
de lejos suena Glory Box,
entonces, lo excelso se materializa y se funde en nosotros,
me tomas por la cintura y nuestros cuerpos se complementan,
estoy sintiendo el reflejo del placer en la parte más baja de mi abdomen,
espasmos continuos que vienen y van,
la búsqueda del momento orgásmico comienza
y tus manos se vuelven sedas frotando mi cuerpo,
esto es lo más cercano a volar en las alas de lo divino.
Beth Gibbons dice Dame una razón para amarte,
y sabemos que los dos anhelamos eso,
el momento del idilio se acrecienta y la ropa pierde su forma,
nuestro entorno se ilumina,
llenándose de fragancias nuevas y delirios puros,
de orgasmos visuales y auditivos,
de manos buscando las partes más sensibles y sumisas del cuerpo,
todo se transforma en la habitación,
Portishead está por terminar de sonar,
de lejos se escuchan los últimos segundos de melodía,
y nosotros alcanzamos las notas de un éxtasis glorioso.
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